En primer lugar, debemos tostar la harina y las almendras, y para ello hay que dejarlas la tarde anterior en una bandeja de horno y comprobar que la harina está bien tamizada y mezclada con la almendra. Al día siguiente, se precalienta el horno a 130ºC y se introduce la bandeja durante 30 minutos, moviendo la mezcla con una espátula cada cierto tiempo hasta que tenga un tono tostado. Si pasamos de esos 30 minutos es muy probable que la mezcla se amargue, así que procura estar pendiente. Cuando termines, deja que repose hasta el día siguiente.
A continuación, preparamos la masa para empezar a darle forma a los polvorones. Para hacerlo, debemos formar un volcán con la harina y meter dentro el resto de ingredientes para luego mezclarlos. Cuando se pueda hacer una bola aplanada, se mete en el frigorífico entre 30 minutos y una hora envuelta en papel film. Pasado ya este tiempo, se saca del frigo y se aplasta la masa con la palma de la mano, aunque dejándola algo gruesa y pasando el rodillo para conseguir igualar la superficie. Luego, vamos haciendo los polvorones.
Finalmente, lo único que falta es hornear. Pero antes, debemos dejar en reposo una hora mínimo los polvorones. Precalentamos el horno a 200ºC y se introducen los polvorones durante 15 minutos. Al terminar, se sacan y cuando estén fríos, se les espolvorea azúcar glas por encima.
Desde el 16 al 31 de Agosto permaneceremos cerrados.
¡Nos vemos en septiembre!
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