En este reglamento se incluyen los 14 grupos de alérgenos que deben advertirse, por lo que a continuación te dejamos la lista de los principales alérgenos que podemos encontrar en los alimentos:

• Cereales con gluten. Actualmente es obligatorio las etiquetas de los alimentos que contengan cereales con gluten, como el trigo, el centeno, la avena o la espelta, a excepción de los jarabes de glucosa elaborados a partir de trigo, maltodextrinas a base de trigo, los jarabes de glucosa hechos con cebada y los cereales que se utilizan para destilar o el alcohol etílico procedente del sector agrícola para hacer las bebidas alcohólicas.
• Crustáceos y cualquier producto que proceda de ellos. Por ejemplo, los cangrejos, las langostas o las gambas, que también pueden encontrarse en cremas, salsas e incluso platos preparados.
• Huevos y sus productos derivados. El huevo es uno de los alimentos que se obliga a declarar en los alimentos según la normativa europea actual. Curiosamente, la clara es mucho más alergénica que la yema.
• Pescado y los productos a base de pescado. Al igual que ocurre con el huevo, la normativa obliga al etiquetado de cualquier alimento que contenga pescado excepto la gelatina de pescado que se utiliza como soporte de vitaminas y la gelatina de pescado que se utiliza como clarificante en la cerveza y el vino.
• Cacahuetes y los alimentos que lo contengan. No solo se tienen en cuenta las semillas o los aceites, sino también algunas galletas, chocolates o salsas en las que puede encontrarse alguna traza.
• Soja y los productos elaborados a partir de ella. Aparte de en las semillas o las harinas, se puede encontrar también en el tofu, algunos postres y helados, salsas o productos para vegetarianos. Donde no se encuentra es en el aceite y la grasa de semilla de soja totalmente refinados, los tocoferoles naturales mezclados derivados de la soja, los fitosteroles derivados de aceites vegetales de soja y los ésteres de fitosterol derivados de la semilla de soja.
• Leche y sus derivados. La normativa también obliga al etiquetado de los alimentos que contengan cualquier producto lácteo a excepción de el lactosuero para hacer las bebidas alcohólicas y el lactitol.
• Frutos de cáscara y productos derivados. Por ejemplo, almendras, nueces, anacardos, o pistachos. Además, pueden encontrarse en panes, galletas, salsas o helados. Por su parte, las nueces que se utilizan en la elaboración de las bebidas alcohólicas no entran dentro de este grupo.
• Apio y sus derivados. En este grupo se incluyen las hojas, los tallos, las semillas y las raíces. Pueden encontrarse en algunos condimentos, ensaladas o cremas.
• Mostaza y derivados. No solo en semillas, sino también en polvo o forma líquida, que puede encontrarse en panes, marinados o aliños.
• Granos de sésamo y sus productos derivados. No solo se encuentran en las semillas, los aceites o las pastas, sino también en panes o humus.
• Dióxido de azufre y sulfitos. Normalmente suelen utilizarse como conservante para crustáceos, refrescos, zumos, vino o cerveza.
• Altramuces y sus derivados. Además de en las semillas y las harinas, también pueden encontrarse en algunos pasteles y tipos de pan.
• Moluscos y productos hechos con ellos. Por ejemplo, los mejillones, los caracoles, el pulpo o las ostras, entre muchos otros. Es posible que estén presentes en cremas o salsas.