Primero, extendemos las fabes sobre una superficie plana y nos quedamos con las que no estén dañadas para a continuación lavarlas y dejarlas en remojo con agua fría durante la noche. Al día siguiente se escurren y se apartan hasta el momento de prepararlas.

Esa misma noche también habremos curado la panceta junto al hueso de jamón, que pondremos a remojo la mañana siguiente, y añadimos las alubias a una cazuela que cubriremos con agua hasta que quede un par de dedos por encima de ellas. Habrá que remover hasta juntarlo todo bien y a fuego alto hasta que hierva.

Entonces introducimos la panceta, los chorizos, el hueso de jamón y las morcillas, intentando que estas últimas y los chorizos permanezcan en la parte superior. Espumeamos durante unos minutos y cuando lleve media hora cociendo, añadiremos las hebras de azafrán diluidas en un poco de caldo caliente.

A continuación bajamos la temperatura de cocción y añadimos sal probando el caldo por si ha quedado muy salado por el hueso de jamón. Dejamos que se cocinen a fuego lento durante 2 horas removiendo cada cierto tiempo, y añadimos agua fría en dos ocasiones.

Finalmente, probamos la fabada para ver que estén tiernas y las apartamos del fuego para dejarlas reposar durante una hora. Retiramos la carne para prepararla, cortarla y emplatar.

¡Si te ha gustado la receta y te animas a hacerla, sube tu resultado a las redes sociales y etiquétanos!