¿Dónde se inventó el helado?

Se acerca el verano y ya nos va apeteciendo comernos un helado bien frío para combatir el calor.

 

El origen de este alimento congelado al que denominamos helado siempre ha sido un poco confuso y muy antiguo. Muchos creen que los verdaderos inventores del helado son los romanos, más concretamente del sorbete. Estos lo elaboraban a partir de miel, frutas y nieve que, según dicen, el propio Nerón, antiguo emperador romano, mandaba llevar a Roma desde los Alpes con el fin de poder preparar esta bebida helada.

 

Otros dicen que en realidad fueron los chinos quienes inventaron el sorbete mucho antes de la existencia de Nerón, incluso del propio Jesucristo. También se dice que Alejandro Magno llegaba a enterrar en la misma nieve ánforas en las que dentro había frutas y miel para que de esa forma se conservase mejor y poder servirlas heladas.

 

Sin embargo, el helado tal y como todos nosotros lo conocemos actualmente, apareció en 1660 con la invención de una máquina que mezclaba las frutas, el azúcar y el hielo, convirtiendo todo esto en una crema helada muy parecida a la que se consume en todo el mundo hoy en día. Su creador fue el italiano Procopio, quien abrió en París una cafetería donde además de café también comenzó a servir helados, popularizándolo así de esta forma.

 

Los heladeros italianos siempre guardaron muy bien el secreto de la preparación original del helado, pero fueron los vendedores ambulantes los encargados de difundirlo por el resto de Europa. De esta forma, fue en el siglo XVIII cuando se comenzaron a incluir en los libros de cocina las recetas de los helados.

 

En España los pioneros en servir estos refrescos helados fueron el “Café de París”, el “Café de las Armas” y el “Café de los Catalanes”.

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