Para conseguir llevar una vida sana no solo sirve con hacer una dieta pues, el efecto rebote que tienen muchas a largo plazo es más que evidente. Así pues, muchos nutricionistas aconsejan repartir bien los nutrientes a lo largo del día.
Así pues, acompañar una dieta saludable y equilibrada con actividad física es muy recomendable. No obstante, a continuación vamos a detallar como distribuir los nutrientes en cada comida.
Por la mañana, en el desayuno, es el momento del día que más azúcares nos podemos permitir. Siempre y cuando de forma moderada y sin exceso, aún así es recomendable acompañar los desayunos con algo de fruta.
Aún así, la gran mayoría de dietas proponen tomar té, café o leche baja en grasa acompañada de cereales o tostadas de pan integral con pavo o queso, con el fin de ingerir más proteínas.
Por otra parte, el momento ideal para tomar una ración de hidratos es durante la comida, pues esta aporta grasas saludables y proteínas. Puede ser plato único o acompañada de una ensalada típica de la dieta mediterránea.
Asimismo, la comida también puede ser acompañada con un segundo plato que contenga proteínas de origen animal o vegetal con grasas saludables, como el guacamole. Alimento que se ha puesto muy de moda desde hace unos años.
Durante la cena, es recomendable tomar alimentos ligeros pues es cuando menos energía consumismos y simplemente necesitamos favorecer el descanso. Así pues, recetas de verduras hervidas, en puré o cremas es lo más recomendado aunque también pueden ir acompañadas de huevo para conseguir un revuelto de verduras.
Por último, entre horas, el conocido tentempié que en España realizamos a la hora del almuerzo y la merienda son imprescindibles para mantener los niveles de azúcar en sangre. Una fruta, un yogurt o frutos secos proporcionan los nutrientes necesarios para tu cuerpo hasta realizar la siguiente comida
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